lunes, 29 de diciembre de 2014

La Tierra necesita que comas mejor (By Noelia)

Lo que comemos afecta tanto a nuestra salud como al planeta. En los últimos años, el desarrollo económico, el crecimiento de las ciudades y el aumento de la población han cambiado la forma en la que la humanidad se alimenta, alejándose cada vez más de dietas tradicionales como la mediterránea y haciendo de la carne la protagonista, dejando de lado las frutas, las verduras, las hortalizas o las legumbres.

Como es de esperar esto está aumentando el índice de masa corporal de las personas y aumentando la diabetes tipo 2, enfermedades coronarias y algunos tipos de cáncer. Pero no sólo eso: el medio ambiente también está cambiando por nuestra nueva forma de comer. Así lo afirma un estudio publicado en la revista Nature, donde nos dicen que en el año 2050 nuestros hábitos alimenticios serán responsables de un aumento del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

 ¿Podríamos hacer algo? Quienes firman el estudio sostienen que si se hicieran pequeños cambios en nuestra dieta se podría impedir la destrucción de una zona de bosques tropicales y sabanas equivalente a la mitad de Estados Unidos.

"El mayor problema actual es la producción excesiva de carne"

domingo, 28 de diciembre de 2014

El "atracón de dulces" (By Marta V)


    ¿Nunca te ha pasado que estas comiendo chucherías (o chocolate, por ejemplo) de manera compulsiva y no puedes parar? 
¿Cúal es la verdadera razón por la que, el azúcar, nos resulta tan adictivo?
¿Cúal es la sustancia culpable de este común comportamiento?
Un grupo de investigadores de Psicofarmacología, Neurotoxicología y Neuropsicología de la Universidad de Almería han localizado una de esas moléculas culpables de la ingesta excesiva de azúcares.
En el siguiente estudio publicado en la revista Behavioural Brain Research nos lo explican más detalladamente.

sábado, 27 de diciembre de 2014

¿Y si nos piratean el apetito? by Lourdes

Snack.

Solo leer esa palabra y ya se nos viene a la mente esa sensación de gula que nos producen algunos tipos de alimentos.
Hay comida que hackea tu apetito. Cuidado.
Más aún en estas fechas. Comidas copiosas que parecen no acabar nunca.
El pavo de la abuela, que después de todos los entrantes parece que te va a salir por las orejas. Pero aún así todavía te entra algún polvorón, mantecado, turrón o bombón de licor al acabar...

La comida que es dulce y salada a la vez anula el control de tu apetito. A causa de un fenómeno llamado “saciedad sensorial específica”. Este fenómeno es debido a los diferentes sabores que nuestro cerebro percibe a través del gusto (ya sabéis, salado, dulce amargo o ácido) que regula mediante circuitos diferentes. Es decir, que cuando nos sentimos llenos después de comer salado (el pavo), nuestro cerebro no se ha saciado de dulce aún.
Por eso nos cansa comer una sola cosa y sin embargo nos pasamos en la cena de navidad (o en un buffet libre el resto del año). Por eso nos “cabe” el postre después de toda la comilona.

Y llega esa sensación de golpe... sí... esa de “Mi estómago esta ocupando parte del sitio de mis pulmones; voy a morir de asfixia en 3, 2, 1...”
La “culpable” es la hormona leptina.
El apetito lo regulan las hormonas leptina (que nos indica cuando estamos llenos) y ghrelina (que nos avisa de que tenemos hambre).

El problema es que la leptina (como toda hormona) no actúa al instante. La sensación de estar llenos nos llega unos 20 minutos más tarde. Por esto es taaaaaaaaaan importante comer
D E S P A C I O.
A este problemilla de tempos desequilibrados, se le suma que las comidas saladas y dulces inhiben la leptina (como podéis leer en un estudio de 2005, que os dejo en el link de abajo).
Por lo tanto cuánto mas sabrosa es la comida, más tarde llegan las señales de que ya hemos tenido suficiente.
Si añadimos grasa, que potencia los sabores, las combinación de azúcar y sal es la bomba perfecta. Sigues comiendo y comiendo sin darte cuenta de que estás lleno.
Ahora podréis entender (si miráis un poquito las etiquetas) porque productos que no deberían de tener azúcar o sal por tener el sabor contrario, si que la llevan.
Ejemplos de las “comidas trampa”:

  • Ketchup: ¿piensas que es salado?... 15'9g de azúcar frente a 0'9g de sal.


(Ketchup “Prima”)


  • Cacahuetes con miel: Grasa, dulce y salado a la vez... no podrás parar.


  • Refrescos: Sólo tenéis que darle la vuelta a la lata...



(RedBull original)



  • Aperitivos de bolsa: Almidón, grasa y sal... y muchas veces también azúcar.


Así que ya sabéis, no caigáis en la trampa.


Comprad sin hambre, evitad los platos preparados, saciaros primero con verduras y agua, comed despacio (deja que la leptina haga su trabajo), No hagáis otras cosas mientras coméi(si estás distraído es más fácil atiborrarse sin darse cuenta) y si al terminar aún sentís hambre...daros unos minutos quizás la leptina este apunto de acabar ;)


Link: Estudio 2005 http://www.erlanson-albertsson.se/overeating05.pdf