Se trata de una pasta aromatizante fermentada
de manera natural (no pasteurizada) con semillas de soja o habas, en ocasiones
cereales como arroz, cebada o trigo, y sal marina. Un alimento considerado como
curativo en la antigua cultura china y japonesa y del que hoy analizamos propiedades, beneficios y uso en la cocina.
INFORMACIÓN NUTRICIONAL
Contiene mucha proteína y
vitamina B 12. Hay que admitir que esta vitamina es muy frágil en los alimentos
fermentados y así Misos de pobre calidad o en malas condiciones de transporte o
almacenamiento pueden tener poca cantidad de B12. El Miso no pasteurizado suele
tener mayor número de enzimas y fermentos.
Es rico en aminoácidos
esenciales y minerales como el Magnesio, Calcio y Hierro.
También contiene vitaminas del
grupo A, B, E y ácido fólico.
En cuanto a su valor proteico, dependiendo del tipo o variedad
de miso que elijamos, podemos encontrar desde miso con una concentración de
proteínas del 13% (como en el caso del Mugimiso), hasta aquellos que rondan el
20% de valor proteico, como el popular Hatchomiso, hecho a partir de la
fermentación de soja.
BENEFICIOS
- En el caso de los misos sin pasteurizar, y sobre todo aquellos en los que
la fermentación es artesanal, aparecen grandes concentraciones de enzimas
digestivas que favorecen el equilibrio de la flora intestinal y de procesos
digestivos complicados.
- Ayuda a depurar sustancias tóxicas de organismo a través de la
eliminación de radicales libres. Además, es un perfecto alcalinizante que
favorece la eliminación de la acidez causa por ciertos alimentos grasos y
refinados.
- Gracias
a sus enzimas y fermentos favorece el equilibrio de la flora intestinal
(bacterias prebióticas) siendo por ello aconsejable tanto en caso de diarreas
como en estreñimiento. Ideal cuando hay mala digestión (acidez de estómago,
gases, eructos, etc.) ya que el miso contiene enzimas vivos.
- Para
las enfermedades cardiovasculares ya que contiene ácido linoleico y lecitina de
soja que disuelven el colesterol en la sangre y evitan el endurecimiento de los
vasos sanguíneos. Y también otro tipo de enfermedades como pueden ser las
alergias o la tuberculosis.
- Gracias
a sus Isoflavonas, que favorecen el equilibrio hormonal de la mujer, el miso es
muy adecuado en la Menopausia ayudándonos a combatir los síntomas más
habituales como sofocaciones y pérdida de calcio (Osteoporosis) De hecho las
mujeres asiáticas que consumen soja en sus diferentes presentaciones apenas
tienen síntomas durante la Menopausia. También, en el caso de las mujeres que
acaban de dar a luz, ayuda a que suba adecuadamente la leche.
- Poder
antioxidante ya que favorece la eliminación de radicales libres. Es
especialmente beneficioso para las personas sometidas a radiaciones (sus
beneficios se notaron en los pacientes que sufrieron las radiaciones nucleares
en Hiroshima y Nagasaki) También los fumadores deberían tomarlo.
- El
Miso es un buen alcalinizante ya que nos aporta muchos minerales y favorece la
eliminación de la acidez del organismo causada por alimentos acidificantes como
el azúcar blanco, los alimentos refinados y las grasas animales. Si unimos ese
poder alcalinizante junto a sus glúcidos y minerales de fácil absorción es
lógico que muchas personas sientan un mejor nivel de energía.
- Su
capacidad de nutrir la sangre promoviendo la regeneración celular es un aliado
como ritual de belleza, ya que aumenta el brillo del rostro y la vitalidad de
nuestro pelo. La piel siempre agradece su efecto antioxidante y depurativo.
RESTRICCIONES DEL MISO
Los usos del miso en la cocina abarcan infinidad de recetas y platos, pero,
antes de nada, es importante que cuando vayamos a comprar un producto de estas
características nos fijemos de que se trata de un miso natural, ya
que cada vez están más extendidos los conocidos como pseudo-misos, cuya
fermentación es artificial y contienen gran cantidad de azúcar y productos
químicos añadidos.
No debemos olvidarnos que el miso cuenta de por sí con un alto contenido en
sodio, así que se recomienda añadir poca cantidad de sal y,
debido a su alta concentración, la cantidad de miso a utilizar por persona no
debe superar una cucharilla de postre.
Como consejo para que el producto conserve todas sus cualidades y su valor
enzimático digestivo, se recomienda disolver el miso previamente en un poco de
agua caliente y añadirlo en el tramo final de las cocciones.
USO EN LA COCINA
Uno de los usos más comunes del miso en la cocina es como ingrediente de
sopas, aunque también se suele utilizar en platos de arroz y legumbres, como
vinagretas para ensaladas o incluso como aderezo de pollo y pescados blancos.
Aquí os dejamos algunas ideas para incorporar miso en vuestros
platos:
·
Sopa de miso con tofu y fideos de arroz
·
Berenjena al miso con arroz integral. Receta
saludable
·
Ensalada templada de calabacín al miso y hierbas. Receta
saludable
·
Salteado de espárragos verdes y shiitakes con bacalao
ahumado