ADICCIÓN POR LA GRASA
(BY: Virginia Bernier, María del Rosal y Raquel Gómez)
“UN GEN, RESPONSABLE DEL GUSTO POR COMER ALIMENTOS
GRASOS”
Resumen
El pasado 5 de Octubre,
varios medios de comunicación de Londres hacían eco de la noticia anterior.
Un equipo de
especialistas de la Universidad de Cambridge (Inglaterra) realizó un estudio en
el que participaron 54 voluntarios para verificar la presunta relación de este
gen con la alimentación y consecuentemente con la obesidad.
¿Qué sabemos del gen responsable?
El gen responsable de
esta adicción es el gen MC4R. Este gen denominado receptor de melanocortina-4
es el encargado de controlar el hambre y el apetito, así como la
quema de calorías.
Se conoce que algunas
personas prefieren el sabor de los alimentos grasos, lo cual pone en mayor
riesgo el sobrepeso y la obesidad, debido al parecer a la mutación del gen
MC4R.
Se sabe que los genes
del hambre en el ser humano evolucionaron probablemente para enfrentarse a los
periodos carentes de alimentos, como podían ser guerras, post guerras y algunas
catástrofes naturales. Pero no se supo hasta hace relativamente pocos años la
relación existente entre las mutaciones en el MC4R con la obesidad severa. Por
su parte los investigadores, establecen una relación entre la ingesta de
alimentos con alto contenido energético y así su almacenamiento en forma grasas
cuando el alimento es escaso, pero si el gen en cuestión ha sufrido una
mutación, una persona podría llegar a comer de manera insaciable y desencadenar
alguna patología.
El estudio
El autor principal de
dicho estudio fue Sadaf Farooqi y se
realizó en el Instituto de Investigación Médica del Consejo Wellcome Trust de Ciencia
Metabólica de la Universidad de Cambridge.
Para la realización
de la parte experimental de este estudio, se contó con la participación de
voluntarios, en concreto 54, a los cuales se les ofrecieron porciones
ilimitadas de pollo y un postre compuesto por un flan de fresa, merengue y
crema. Ambos alimentos se proporcionaron en tres versiones de apariencia
idéntica y sabor similar, pero distaban en cuanto a las cantidades de grasas y
azúcares. Las cantidades en cuanto a grasa oscilaban desde saturadas a ligeras,
mientras que en el caso de los azúcares la concentración de estos iba variando.
A los voluntarios se
les ofreció una pequeña muestra de cada una de las versiones de los alimentos y
luego se les dejó comer con libertad del plato que más les gustara.
Aquellos voluntarios
que tienen un gen relacionado con la obesidad, mostraron una preferencia por la
comida alta en grasas, además de que comieron en mayor cantidad, según los
resultados del estudio, publicados en la revista científica Nature Communications.
Conclusiones
-Una de cada mil personas
aproximadamente tienen defectuoso el gen que controla el hambre, el apetito y
la quema de calorías.
-Aquellas personas que tienen
alguna mutación en el gen MC4R ingieren más grasas y mayor cantidad de
alimento, con el fin de saciar su apetito.
-Si no se sacia el apetito,
el individuo seguirá ingiriendo altas cantidades de alimentos insanos y
terminará desencadenando una obesidad severa.
Bibliografía
Revista Científica Nature Communications
Vídeo: Youtube
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