viernes, 21 de noviembre de 2014

"Yo como todo lo que me apetece, que para eso lo quemo" (By Lourdes)

Seguro que habéis escuchado a algún conocido decir esta frase; sobre todo cuando se trata de una de esas personas que comen y comen y comen y nunca engordan, sea lo que sea lo que tomen.

Pero correr para comer basura no te libra de tener enfermedades (y no siempre de "tener barriga").


En un estudio realizado a corredores de maratón ( al cual podéis echar un vistazo en el link de abajo) se encontró que sus arterias estaban más bloqueadas incluso que las de la gente sedentaria.
Aunque sus niveles de grasa, pulsaciones en reposo y niveles de HDL (colesterol “bueno”) eran mucho mejores, el correr largas distancias no les libraba de las placas arteriales que pueden desembocar en una enfermedad coronaria.
Esto aclararía muchos casos de corredores habituales, que sufren infartos, teniendo en apariencia externa un buen estado físico.

Entonces, ¿correr maratones provoca infartos? Esa es la noticia sensacionalista que podríamos sacar de este estudio, pero realmente y como podéis imaginar no es vinculante.
Lo que si podríamos vincular claramente es la alimentación llevada por estos "atletas".

En una publicación del Washington Post (que también os dejo abajo) varios médicos alertan de esto mismo, de que el problema podría estar en la comida.
Y es que muchas personas se "toman la revancha" después de una actividad física larga (maratonistas, ciclistas...) tomando todo tipo de bebidas azucaradas, bollería, snacks...etc.
 
Y no amig@s...no somos un pozo sin fondo.

Tras una carrera larga, de más de hora y media, hemos agotado nuestras reservas de glucógeno en los músculos y el hígado. Cuando se acaba el glucógeno, el cuerpo empieza a quemar sobre todo grasa y algo de tejido muscular como combustible.
Si te inflas a azúcares y almidón después de la carrera, pasan a la sangre como glucosa en sangre y de ahí a rellenar las reservas de glucógeno en los músculos y el hígado. Cuando esos almacenes están llenos, lo que sobra se convierte en grasa.
El exceso de hidratos de carbono no solo se convierte en grasa, sino que aumentan tus niveles de colesterol LDL, y con ello el riesgo de enfermedades coronarias. Da igual cuánto corras.
Por supuesto que la comida basura engorda mucho más a una persona sedentaria que a un corredor, pero no es una carta blanca.

Recupera tus reservas después de correr comiendo hidratos de carbono procedentes de alimentos naturales (arroz, patata, boniato, fruta...). Si al terminar sigues teniendo hambre, puedes darte ese capricho de pastel como premio, pero lo harás saciad@ y seguro que comerás menos cantidad y disfrutándolo mucho más. 😄


Estudio: http://www.msma.org/docs/communications/MoMed/Hearts_Breaking_Over_Marathon_Running_MarApr2014_Missouri_Medicine.pdf

Artículo Washington Post: http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702303949704579461381883678174?mg=reno64-wsj&url=http%3A%2F%2Fonline.wsj.com%2Farticle%2FSB10001424052702303949704579461381883678174.html

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo contigo Lourdes, que una persona no "engorde" no quiere decir que tenga que basar su alimentación en comida basura, todos tenemos que comer diariamente alimentos procedentes de nuestra dieta mediterránea, ya que el futuro es nuestro presente. Y esto es aplicable a tod@ la población. Y como dice un gran filosofo "somos lo que comemos" no se trata de vivir más años sino de vivir mejor. Buen artículo

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