lunes, 6 de febrero de 2017

LA CARA OCULTA DE LOS EDULCORANTES (Rocío Ariza, Virginia Bernier, María del Rosal, Luna Fernández, Marta Fernández, Beatriz Gaitán, Ángela Sánchez, Mercedes Serrano)

INTRODUCCIÓN
¿Realmente es inocua la ingesta de edulcorantes? ¿Poseen todos ausencia de calorías? Además, tenemos entendido que no producen efectos negativos en nuestra salud, por lo tanto ¿podemos tomarlos de manera ilimitada? Pues bien, durante esta noticia podremos conocer la verdadera cara de estos sustitutos del azúcar y adentrarnos en la realidad del consumo de estos.
  
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TESIS
Con el paso del tiempo, durante la historia de los edulcorantes nos han inculcado la idea de que el consumo de estos nos puede aumentar la posibilidad de padecer cáncer, sin embargo, numerosos estudios nos han demostrado que esto es falso, pero eso no conlleva que se sean favorables para nuestra salud.

ARGUMENTACIÓN
Para comenzar vamos a definir qué son realmente estos productos para posteriormente poder conocerlos. Pues bien, los edulcorantes son complementos alimenticios utilizados como sustitutos del azúcar común de mesa. Estos se han considerado popularmente como más saludables debido a su ausencia de calorías. Pero no todo son calorías, y pese a que estos complementos y productos alimenticios que los contienen dentro de sus ingredientes, en muchas ocasiones son recomendados por profesionales de la salud, se han realizado diversos estudios sobre los posibles efectos negativos que nos pueden causar. Un gran factor de riesgo es la ingesta diaria admisible, la cual no cumplimos. Se define como ingesta diaria admisible (IDA) de los edulcorantes aquella cantidad aproximada (en miligramos) que encontramos en un alimento, expresada en relación con el peso corporal y que se puede ingerir a diario, durante toda la vida de una persona, sin que llegue a representar un riesgo apreciable para la salud.
Según señala Juan Revenga, nutricionista, la Ingesta Diaria Admisible (IDA) de cada aditivo ha sido examinada toxicológicamente para establecer la IDA de cada edulcorante. Todos los edulcorantes por tanto tienen una IDA específica, cuya cifra no debe ser superada para no perjudicar la salud.
En el caso del aspartamo, por ejemplo, este tiene una IDA de 40 miligramos por kilogramo de persona. Es decir, un consumidor femenino de 55 kilos podría tomar un máximo de 2,2 gramos de aspartamo al día. En el caso de un varón, esa cifra llegaría hasta 2,8 gramos, según Revenga.
A continuación, veremos algunos estudios que nos aclararán las dudas acerca de los efectos perjudiciales, así como de la seguridad de ellos:
  •    En un estudio realizado por Lim U, Subar AF, Mouw T, y col. en el año 1970, se comprobó la relación existente entre la ingesta de sacarina en ratas, especialmente macho, con el desarrollo de cáncer de vejiga. Sin embargo, estudios mecanísticos, es decir, aquellos que examinan cómo funciona una sustancia en el cuerpo, han mostrado que estos resultados se aplican sólo a ratas. Estudios de Epidemiología humana (estudios de patrones, causas y control de enfermedades en grupos de personas) no han mostrado ninguna evidencia consistente de que la sacarina se asocie con la incidencia de cáncer de vejiga.
  •  En cuanto al edulcorante aspartamo, aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en 1981, demostró que no causó cáncer u otros efectos adversos en ratas. Sin embargo, en un estudio más recientes, con fecha de publicación en el año 2005, realizado por Soffritti M, Belpoggi F, Esposti DD, Lambertini L y publicado en el Diario Europeo de Oncología, se encontraron más linfomas y leucemias en ratas alimentadas con dosis muy altas de aspartamo, equivalentes a beber 8 latas de bebidas endulzadas con edulcorantes.



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  •  Un artículo publicado en la Revista Diabetes Care, recoge una investigación con 17 pacientes obesos mórbidos en la que se concluye que el consumo de edulcorantes artificiales no es inerte. La finalidad era comprobar si la sucralosa puede modificar la forma en el que el cuerpo maneja el azúcar. Los resultados indicaron que los pacientes tuvieron la glucosa en sangre más alta cuando previamente habían bebido sucralosa que cuando sólo tomaron agua. Igualmente se incrementaron los niveles de insulina hasta un 20% más. Los autores destacan que este hecho tiene dos interpretaciones opuestas. Por un lado, supondría un buen efecto si se considera que al tomar sucralosa el organismo es capaz de generar más insulina que controle el exceso de glucosa en sangre. Sin embargo, esto podría ser perjudicial a largo plazo ya que las personas que habitualmente secretan más insulina pueden acabar volviéndose resistentes a sus efectos, como ocurre en los casos de Diabetes tipo 2.
  • En otro estudio consultado, se demostraba que el acesulfamo de potasio se adhiere a los receptores de glucosa en los enterocitos y modifica la incorporación de la glucosa a la célula. Por lo que, si existe una baja concentración de glucosa en sangre, este edulcorante no afecta a su captación, pero si la concentración es elevada se absorbe un 20-30%. Esto quiere decir, qué si nos tomamos un refresco light edulcorado con acesulfamo a la vez que un trozo de tarta de chocolate, el refresco estaría potenciando la absorción de azúcar de la tarta.


CONCLUSIÓN
Tras los estudios anteriormente expuestos y la consulta de bibliografía complementaria consultada, podemos definir una serie de riesgos derivados del consumo de edulcorantes:
Cáncer
Existen diversos estudios científicos que indicarían la posibilidad del desarrollo de cáncer debido al consumo de edulcorantes en pruebas de laboratorio. Por otro lado, otros numerosos estudios han señalado que estos productos no son los causantes per se de esta patología.
Reacciones alérgicas
La sacarina, podría provocar en las personas reacciones como dolores de cabeza, erupciones en la piel, problemas respiratorios, secreciones nasales e inflamaciones cutáneas.
Ganancia de peso
La ingesta de edulcorantes podría alterar el metabolismo humano y la capacidad de regular la ingesta, por parte del individuo. Así pues, se termina consumiendo más alimentos que son menos procesados por el organismo, y consecuentemente se produce dicho aumento de peso.  Según la endocrinóloga Pilar Martín, los edulcorantes artificiales alterarían la respuesta fisiológica del cerebro hacia el gusto por el dulce y estimularían una preferencia por las comidas ricas en grasa. Sin embargo, la especialista reitera que este es sólo un estudio y que habría que hacer un análisis más amplio de los efectos de los edulcorantes en el organismo.


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Visión y audición
Es de destacar el aspartamo puede provocar un acortamiento de la vista y pérdida de la audición tras un uso prolongado de este en la alimentación humana. Se relaciona este problema con la presencia de ciertos aminoácidos en el aspartamo que actúan como una neurotoxina y que sería la causa de estos y otros problemas.
Sistema nervioso
Además de ataques nerviosos, el uso continuo de edulcorantes se ha relacionado también con cuadros de depresión y pánico, pudiendo llegar incluso a incentivar el desarrollo del trastorno bipolar.
Daños celulares
Se producen especialmente en el cerebro, a causa del estrés oxidativo que producen los edulcorantes artificiales, en este caso es de destacar  el aspartamo, además de incrementar el riesgo de aparición de tumores cerebrales y de la muerte de células cerebrales.

Existe pues cierta controversia sobre el papel de los alimentos edulcorados en el conjunto de la dieta, pero su abuso no es perjudicial per se, sino por el desequilibrio que se produciría en los componentes del resto de la dieta.
Es evidente que el azúcar refinada tampoco es un producto que encontremos tal cual en la naturaleza, por lo que podría considerarse en parte artificial. Quizá la solución pase por dejar de buscar alternativas endulzantes para nuestra alimentación y comenzar a educar a nuestro paladar (y a nuestro metabolismo) a vivir sin ellos ya que con los azúcares presentes de forma natural en los alimentos hemos vivido sin problemas hasta la revolución industrial.

VÍDEO

PARA MÁS INFORMACIÓN:
 Artificial sweeteners and cancer. National Cancer Institute Fact Sheet. Last reviewed August 5, 2009.
Lim U, Subar AF, Mouw T, et al. Consumption of aspartame-containing beverages and incidence of hematopoietic and brain malignancies. Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention 2006; 15(9):1654-1659.
La Sociedad Española de dietética y Ciencias de la Alimentación.
Soffriti M, Belpoggi F, Esposti DD, Lambertini L. Aspartame induces lymphomas and leukaemias in rats. European Journal of Oncology 2005; 10(2): 107-116.
Washington rolex replique University in St Louis Newsroom.
http://www.fda.gov/NewsEvents/Newsroom/PressAnnouncements/2006/ucm108650.htm en Internet.
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/007492.htm

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